"Acostumbrado a escapar de la realidad,
perdí el sentido
del camino,
y envejecí 100 años mas de tanto andar
perdido.
Y me busco en la memoria el rincón
donde perdí la razón,
y la encuentro donde se me perdió
cuando dijiste que no.
Sin ser, me vuelvo duro como una roca
si no puedo
acercarme ni oír
los versos que me dicta esa boca.
Y ahora que ya no hay nada, ni dar
la parte de dar que a
mí me toca,
por eso no he dejado de andar.
Buscando mi destino, viviendo en diferido sin ser, ni
oír, ni dar.
Y a cobro revertido
quisiera hablar contigo,
y así
sintonizar.
Y ahora estoy en guerra contra mí alrededor,
no me hace falta ningún motivo,
no me hace falta ningún motivo,
y es que soy maestro de la contradicción,
y experto en romper lo prohibido."
AL, que bonito!
ResponderEliminarCuantísimo tiempo sin pasarme por aquí, veo que conservas la belleza de tus palabras, un abrazo :)