Se esfumó, sin despedirse, sin dejar una nota de cortesía-
¿Podríamos haberlo salvado? ¿Podríamos salvarnos?
Necesito los veinte segundos de coraje que me faltan.
Agarrar un momento y olvidar todo el daño; y todas las lagrimas.
Pero no puedo y te juro que lo he intentado.
Quizá me di cuenta de que realmente no conozco bien a nadie y puede que nadie me conozca a mí del todo.
Se me da muy bien hacer que no pasa nada y seguir adelante.
Solo hay una cosa de la que estoy segura: los sueños vuelven.
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